El vapor de agua en la atmósfera es el principal obstáculo para las observaciones astronómicas en longitudes de ondas milimétricas y submilimétricas, pues compromete la transparencia de la atmósfera. Así, es necesario instalar radiotelescopios en sitios de gran altitud. En el territorio argentino, la región de la Puna, con altitudes superiores a los 4000m, es candidata natural a albergar infraestructuras de investigación astronómica en estas franjas de frecuencia.

 Durante cerca de siete años, el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) realizó campañas de monitoreo de la transparencia atmosférica en dos lugares del noroeste argentino, más específicamente en la Provincia de Salta. Estos sitios fueron Tolar Grande, en la cordillera de Macón, y Alto Chorrillos. Paralelamente, se analizaron y rechazaron sitios cercanos a las localidades de Mina Aguilar y Susques (Provincia de Jujuy). El instrumento utilizado para las mediciones de la transparencia fue un radiómetro operando en la frecuencia de 210 GHz, llamado "tipper". El equipo fue suministrado por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Hasta 2015, los datos obtenidos diariamente se transmitían a través de un enlace de microondas a Santo António de los Cobres (SAC) y desde allí al IAR, vía internet.


El tipper utlizado por el IAR en el proceso de elección del sitio para el LLAMA.


El sitio finalmente elegido para instalar el LLAMA es el de la región de Alto Chorrillos (66o 28 ‘29.4 "W, -24o 11' 31.4" S), ubicado a unos 4820m sobre el nivel del mar, a 16 km de Santo António de los Cobres (SAC) ya 180km del sitio del ALMA (Chajnantor, Chile), en línea recta. Posteriormente, una estación meteorológica fue instalada para caracterización más completa del sitio. Un importante factor para la decisión final fueron los fuertes vientos medidos en la región de Tolar Grande (4604m de altitud), que podrían distorsionar la superficie de la antena y aumentar los errores de apunte.


Imagen obtenida de Google Earth, mostrando la ubicación del sitio elegido para el LLAMA y de Chajnantor, donde está instalado el ALMA.


Por su parte, Alto Chorrillos presenta variaciones estacionales, especialmente en el verano. En aquel época el clima es más húmedo, lo que degrada la opacidad atmosférica para las frecuencias de interés del LLAMA. Tal degradación se deriva de la influencia del fenómeno conocido como "Invierno bolivariano", que implica el aumento de la frecuencia de lluvias en aquella estación. Este fenómeno afecta a una amplia región, que incluye Chajnantor, en el norte de Chile, sitio del ALMA. Sin embargo, Alto Chorrilos puede ser utilizado mismo durante esta época del año para observaciones competitivas en las frecuencias milimétricas.


Comparación entre la humedad relativa del aire en Alto Chorrillos y Chajnantor (Bareilles et al. 2011).



La estación meteorológica y el equipo del IAR en el sitio del LLAMA.


Las altas altitudes requeridas para observatorios como él LLAMA, tienen la desventaja de la falta de oxígeno, lo que requerirá ambientes especialmente equipados para la operación. Por esta misma razón, el equipo autorizado a realizar tareas en el local deberá hacerlo bajo estrictas reglas de seguridad. Los dormitorios, laboratorios y oficinas están siendo instalados en Santo Antonio de los Cobres y la operación del telescopio debe ser preferentemente remota.



Edificio en Santo Antonio de los Cobres que abrigará laboratorios, dormitorios y la operación remota del LLAMA.


Explore la región!